martes, 30 de agosto de 2011

Taller de coaching: conflicto estructural

Una de las estrategias es consentir el desgaste de nuestra visión de vida, para superar las fuerzas del conflicto estructural: La segunda es la “manipulación del conflicto”, por la cual tratamos de acicatearnos para ir en pos de lo que deseamos, creando un conflicto artificial, como el de concentrar la atención en eludir lo que no deseamos. Muchos preguntan: “¿Qué hay de malo en un poco de preocupación o temor si ello nos ayuda a alcanzar nuestras metas?” La respuesta de quienes procuran el dominio personal, el autoconocimiento, es la simple pregunta: “ ¿De veras quieres vivir la vida en un estado de temor al fracaso?” La tragedia es que muchas personas que se enzarzan en la manipulación de conflictos llegan a creer que sólo pueden tener éxito sometiéndose a un estado de angustia y miedo. La manipulación de conflictos es la estrategia favorita de las personas que se preocupan sin cesar por el fracaso, de los gerentes que sobresalen en “charlas motivacionales” que señalan las desagradables consecuencias que sobrevendrán si no se alcanzan las metas de la compañía y de los movimientos sociales que procuran movilizar a la gente a través del miedo.
La tercera estrategia genérica es la “fuerza de voluntad”, donde simplemente nos “energizamos” para superar toda forma de resistencia al logro de nuestras metas. La fuerza de voluntad es tan común entre las personas de éxito que muchas ven sus características como sinónimos del éxito: una concentración maniática en los objetivos, la voluntad de “pagar el precio”, la aptitud para superar toda oposición y franquear cualquier obstáculo, y esto es una de las principales premisas del coaching.
Lamentablemente, la mayoría de los movimientos sociales operan a través de la manipulación de conflicto o la “visión negativa”, concentrándose en eludir lo que no deseamos, en vez de crear lo que deseamos: contra las drogas, contra las armas nucleares, contra la energía nuclear, contra el cigarrillo, contra el aborto, contra la corrupción gubernamental. La vida les reserva pocas alegrías. Aun cuando alcanzan sus metas, de inmediato empiezan a temer que perderán lo que han ganado, explican desde el taller de Cristina Sanchez Vega. En vez de eludir la tensión emocional, llegan a glorificarla.

jueves, 25 de agosto de 2011

Notas y consejos del taller de Cristina Sanchez Vega

Este taller de coaching insiste en la siguiente premisa: “No importa lo que la visión es, sino lo que la visión logra”. Las gentes realmente creativas usan la brecha entre la visión y la realidad actual para generar energías para el cambio. Cuando abrazamos una visión de vida que difiere de la realidad actual, existe una brecha (la tensión creativa) que se puede franquear de dos maneras.
El proceso compensador de abajo representa la “solución fundamental”: realizar actos para que la realidad concuerde con la visión. Pero cambiar la realidad lleva tiempo. Esto conduce a la frustración y la tensión emocional del proceso compensador de arriba, la “solución sintomática” de reducir la visión y acomodarla a la realidad actual.
 Se genera la clásica dinámica de “desplazamiento de la carga”, una sutil espiral reforzada de fracaso, frustración, visión rebajada, alivio temporario y nueva presión para rebajar aún más la visión. Gradualmente la “carga” se desplaza cada vez más hacia la rebaja de la visión.  Pero esta reducción no es final de la historia. Tarde o temprano surgen nuevas presiones que alejan la realidad de la visión (nueva y rebajada), creando nuevas presiones para rebajar la visión y el autoconocimiento.
En las organizaciones, las metas se erosionan a causa de la baja tolerancia hacia la tensión emocional. Para los colaboradores Cristina Villanueva y Fernando Sanchez, la dinámica de la tensión emocional existe en todos los niveles de la actividad humana. Es la dinámica de la componenda, el camino de la mediocridad. Como dijo Somerset
Maugham: “Solo los mediocres están siempre en su forma óptima”.
Permitimos que nuestras metas se erosionen cuando no podemos convivir con la tensión emocional. Por otra parte, cuando comprendemos la tensión creativa y la dejamos operar sin rebajar nuestra visión, la visión se transforma en una fuerza activa. Cristina Sanchez Vega señala que nadie desea ser el mensajero que lleva la mala noticia. El camino más fácil consiste en fingir que no hay mala noticia, o mejor aún, en “decretar la victoria”: redefinir la mala noticia como no tan mala, rebajando la pauta de comparación.

viernes, 19 de agosto de 2011

Cristina Sanchez Vega trae mas info de su taller de coaching



El coaching es también, como el ambiente exterior que facilita la progresión del vino hacia la fase de reserva, para que ésta se realice sin dificultades ni sobresaltos, sino todo lo contrario, con una facilidad que sería difícil sin su ayuda. La selección acertada de la tipología del talento para la asignación de las distintas tareas de la organización, y el progreso de aquellos destinados a recorrer las distintas etapas, es una labor crucial y delicada de la empresa.  Ese proceso cumple una serie de pasos bien estudiados y establecidos, sometidos a constante actualización y mejora por la I.C.F. (International Coach Federation), el organismo internacional más importante que regula la profesión del Coaching y que otorga tres acreditaciones basadas en la experiencia y la madurez del coach, todas ellas asequibles a través del taller de Cristina Sanchez Vega:
Coach Asociado Certificado, ACC (Associate Certified Coach): el profesional junior acreditado en coaching es el talento joven bien cultivado de la profesión, comprobado a través de una atenta formación y la práctica continua.
Coach Profesional Certificado, PCC (Professional Certified Coach): es el profesional acreditado en coaching que cuenta ya con una gran experiencia adicional y formación complementaria el vino crianza de nuestro símil.
Master Coach Certificado, MCC (Master Certified Coach): el profesional de coaching dotado con la máxima acreditación internacional nuestro «gran reserva».
El buen Coach es como el buen catador: alguien que ha aprendido a aquilatar la materia prima y valorarla justamente. Y como buen profesional es alguien que a través de su propio progreso ha aprendido a motivar el progreso de los otros, facilitando esta delicada tarea a las organizaciones y ayudando al profesional de todos los niveles a seguir su propio proceso de aprendizaje hacia la meta que él mismo se proponga: su visión de vida. El Coach profesional, como el enólogo, pasa a su vez por un cuidadoso proceso de formación y autoconocimiento, que lo sitúa en la vía de la excelencia para que él pueda a su vez generarla en otros.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Coaching, talento y autoconocimiento


El talento entrenado y asentado a través de la experiencia y también de los errores asumidos constructivamente, de los que tanto se aprende. El que ya ha probado su capacidad de supervivencia y autoconocimiento a las adversidades, el que puede mirar atrás los escollos superados y afrontar con renovado ánimo el camino que se extiende por delante. Como el vino de crianza, que ha ganado cuerpo y color en la barrica, que promete y cumple a la vez, a un tiempo sólido y ágil, recio y aún mejorable, capaz de grandes cosas si llega hasta el final… A la empresa corresponde realizar esa vendimia de la manera adecuada porque, a diferencia del vino, el profesional junior es la cepa que puede convertirse en el talento que ocupe los mandos intermedios de la organización, siempre que se escoja bien, se le dé la orientación adecuada y se equilibren convenientemente excesos y defectos, explica Cristina Sanchez Vega.
Hay, por último, el talento comprobado y fiable, tan seguro como puede serlo nadie lo es infaliblemente, bien formado y de criterio sólido. Templado igualmente por el aprendizaje de sí mismo y de las situaciones, y también de los posibles contratiempos todos los tenemos pero sin dejarse llevar por sus éxitos, aunque sean apreciables. Es el profesional senior que sabe dónde está situado y a dónde quiere llegar. Reflexivo, comedido y prudente pero eficaz y hasta contundente en sus resultados, que se traducen en una formidable visión de vida. La auténtica meta de la organización no su final: no es el talento que ha terminado su recorrido y se retira, satisfecho de la labor realizada, sino el que siempre ve un futuro por delante, pero ahora está en capacidad de compartirlo, de orientar y valorar objetivamente planes y resultados, el motor que da impulso y auténtica vida a la empresa. El vino reserva, pleno de crecimiento y maduración, enriquecido en color y profundidad por cuanto ha asimilado pero traslúcido de pureza, rico en matices y sugerencias.
La selección acertada de la tipología del talento para la asignación de las distintas tareas de la organización, y el progreso de aquellos destinados a recorrer las distintas etapas, es una labor crucial y delicada de la empresa. Es un aprendizaje, cuyo avance seguro corre de la mano del coaching, que no es otra cosa que la barrica de envejecimiento, el catalizador que provoca el cambio positivo del producto sin dirigir su resultado, sin alterar sus cualidades, sino ayudando a desarrollarlas para lograr de ellas el máximo provecho tanto personal como empresarial. El motor de puesta en marcha del proceso que podría requerir mucho más tiempo o aun malograrse si no se dieran las condiciones apropiadas. El coaching es también, como el ambiente exterior que facilita la progresión del vino hacia la fase de reserva, para que ésta se realice sin dificultades ni sobresaltos, sino todo lo contrario, con una facilidad que sería difícil sin su ayuda.
El Coach profesional, como el enólogo, pasa a su vez por un cuidadoso proceso de formación y autoconocimiento, que lo sitúa en la vía de la excelencia para que él pueda a su vez generarla en otros. Ese proceso cumple una serie de pasos bien estudiados y establecidos, sometidos a constante actualización y mejora por la I.C.F. (International Coach Federation), el organismo internacional más importante que regula la profesión del Coaching y que otorga tres acreditaciones basadas en la experiencia y la madurez del coach, todas ellas asequibles a través del taller de Cristina Sanchez Vega:
Coach Asociado Certificado, ACC (Associate Certified Coach): el profesional junior acreditado en coaching es el talento joven bien cultivado de la profesión, comprobado a través de una atenta formación y la práctica continua.
Coach Profesional Certificado, PCC (Professional Certified Coach): es el profesional acreditado en coaching que cuenta ya con una gran experiencia adicional y formación complementaria el vino crianza de nuestro símil.
Master Coach Certificado, MCC (Master Certified Coach): el profesional de coaching dotado con la máxima acreditación internacional nuestro «gran reserva».
El buen Coach es como el buen catador: alguien que ha aprendido a aquilatar la materia prima y valorarla justamente. Y como buen profesional es alguien que a través de su propio progreso ha aprendido a motivar el progreso de los otros, facilitando esta delicada tarea a las organizaciones y ayudando al profesional de todos los niveles a seguir su propio proceso de aprendizaje hacia la meta que él mismo se proponga: su visión de vida.

viernes, 12 de agosto de 2011

Cristina Sanchez Vega y mas coaching para solucionar problemas


Detrás de sentimientos negativos como la ansiedad, la depresión, la culpabilidad, la vergüenza o la ira siempre se esconde un pensamiento negativo. El pensamiento distorsionado y no el hecho objetivo es el causante de los estados anímicos dolorosos, de ahí que para acabar con las emociones negativas sea preciso corregir el pensamiento, explica Cristina Sanchez Vega.

El Coaching nos permite hacernos conscientes de todas las formas posibles para erradicar cualquier obstáculo a nuestro bienestar y felicidad y, en consecuencia, poder ponerlas en práctica en nuestra vida ¿quieres dejar de tener pensamientos auto destructivos/irracionales?

Cuando el pensamiento es racional, las emociones resultantes también lo son, y, aunque a veces pueden resultar dolorosas, siguen siendo racionales, coherentes, no autodestructivas. Lo verdaderamente nocivo de los pensamientos distorsionados es su capacidad de camuflaje… acabamos pensando que nosotros somos realmente lo que pensamos (o lo que sentimos) y ni siquiera nos hemos planteado que puedan existir otras alternativas.

La mente es el centro neurálgico dónde procesamos toda la información acerca del mundo, de nuestro yo, y del futuro de nuestro yo en el mundo que nos rodea. Las creencias, valores, actitudes y expectativas que modelan nuestra conducta no son fruto de las emociones ni se generan en el corazón, sino que son fruto de los pensamientos. El llanto, la carcajada, el sentimiento de derrota o de triunfo, el amor o el desamor, el abatimiento o la dicha, la frustración, la culpa o la tristeza son consecuencias del pensamiento, no sus causantes, asi como construimos nuestra visión de vida.

A partir de nuestro proceso de autoconocimiento, es necesario comprender que el pensamiento es una hipótesis que formulamos sobre la realidad y que esta hipótesis puede ser racional o irracional. Un pensamiento es racional cuando es verificable, real, cierto y provoca emociones moderadas que están en consonancia con el acontecimiento que ha activado el pensamiento. En cambio, un pensamiento es irracional cuando no se puede verificar con la realidad y provoca emociones desmesuradas que no están en consonancia con el acontecimiento que ha activado el pensamiento.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Lecciones del taller de Cristina Sanchez Vega

Cristina Sanchez Vega ha estado trabajando desde su taller, dirigido a todos aquellos que deseen introducirse y conocer el mundo del coaching cuya finalidad es que aprendamos a desarrollar no solo el potencial de nuestras empresas sino también el de nuestra vida profesional y personal.
La idea de coaching a través de la cual se desarrolla este proyecto significa  un estilo de vida, una visión de vida. Pero si nos vamos a una definición formal, el coaching podría definirse como una técnica, un arte, un modelo, una conversación que libera el potencial de una persona, ya que ayuda al individuo a trazar un puente desde donde está actualmente a donde desea estar. Esto incluye a empresarios, gerentes, profesionistas, jóvenes, padres etc. Y si alguno de ustedes solicita una definición mas compacta, podemos decir que es la disciplina de las metas.
¿Por qué es importante? ¿Para que aplicalo?  Los colaboradores Cristina Villanueva y Fernando Sanchez  consideran que es de suma importancia, consecuencia de los tiempos que estamos viviendo donde hay factores que complican el desempeño de un individuo o una empresa. Entre estos factores podemos señalar el cambio, la competencia, las necesidades de los clientes, el estrés, etc. En la actualidad esta disciplina esta en expansión a nivel internacional ya que ha  demostrado ser una herramienta muy poderosa debido a que retoma todos los conceptos que se han creado a lo largo de la historia y que han contribuido a que un individuo o empresa alcancen el éxito.
Si tuviéramos que hablar de beneficios tangibles, podríamos decir que entre los más importantes encontramos que a la empresa o al individuo le ayuda a clarificar qué es lo que realmente desea. Normalmente sabemos qué no queremos, sin embargo definir con exactitud y precisión qué deseamos no es tan fácil como parece a simple vista, requiere un arduo proceso de autoconocimiento. Por otro lado, otros beneficios  es que te ayuda a tomar conciencia de cuál es tu realidad, cuáles son tus capacidades y habilidades, a darte cuenta cuáles son tus creencias y valores, a diseñar estrategias efectivas, a gestionar el estrés, a crear un balance entre tu vida personal y profesional, en resumidas cuentas, que la empresa y el individuo comprendan los “porques”, todo aquello que no se le ve forma a simple vista. Como diríamos filosóficamente, generar un nuevo observador de la realidad con más recursos

miércoles, 3 de agosto de 2011

Taller de Cristina Sanchez Vega: Coaching y dominio personal

La esencia del dominio personal consiste en aprender a generar y sostener la tensión creativa en nuestras vidas, sostienen los colaboradores del taller, Cristina Villanueva y Fernando Sánchez. En este contexto, “aprendizaje” no significa adquirir más información, sino expandir la aptitud para producir los resultados que deseamos. Se trata de aprendizaje generativo. Y las organizaciones inteligentes no son posibles a menos que en todos los niveles haya personas dispuestas a practicar esa forma de aprendizaje.

Lamentablemente, el término “dominio” sugiere dominación sobre las personas o las cosas. Pero dominio también puede significar un nivel especial de destreza, de profundo autoconocimiento. Un maestro artesano, por ejemplo, no ejerce “dominación” sobre la alfarería ni el tejido. Pero su dominio de esas artesanías permite que los mejores cuencos o telas salgan del taller. Análogamente, el dominio personal sugiere un nivel especial de destreza en cada aspecto de la vida, personal, profesional y también en la visión de vida.

Cristina Sanchez Vega explica que la yuxtaposición entre visión (lo que deseamos) y una clara imagen de la realidad actual (dónde estamos en relación con dónde deseamos estar) genera lo que denominamos “tensión creativa”: una fuerza para unir ambos puntos, causada por la tendencia natural de la tensión a buscar resolución.

Esto es lo que se busca lograr al aplicarse la disciplina del coaching para llegar a este objetivo, que logren las siguientes características: las gentes con alto nivel de dominio personal comparten varias características. Tienen un sentido especial del propósito que subyace a sus visiones y metas. Para esas personas, una visión es una vocación y no sólo una buena idea. Ven la “realidad actual” como un aliado, no como un enemigo.
Han aprendido a percibir las fuerzas del cambio y a trabajar con ellas en vez de resistirlas. Son profundamente inquisitivas, y desean ver la realidad con creciente precisión. Se sienten conectadas con otras personas y con la vida misma. Sin embargo, no sacrifican su singularidad. Se sienten parte de un proceso creativo más amplio, en el cual pueden influir sin controlarlo unilateralmente.