lunes, 4 de julio de 2011

Coaching y Liderazgo (version actualizada)

-- Version actualizada y corregida del articulo publicado el dia anterior. --

El liderazgo a través del coaching,  es visto como una trans-competencia, es decir  una habilidad que se genera en la conectividad e interacción sistemática de un equipo de personas que alinean su conciencia, su potencial de aprender, su emocionalidad y su capacidad de gestión, a diferencia de la expresión tradicional donde se ejercia  como una competencia y ejercicio asociado a una persona, quien generalmente ocupaba un cargo de jefatura, en el mundo de las organizaciones. De esta manera, el resultado se medía en la eficacia, eficiencia y efectividad del desempeño resolutivo: los líderes y los equipos estaban para resolver los quiebres, demandas y requerimientos del mercado, la organización o el Estado.
A traves del taller de autoconocimiento, junto a los colaboradores Cristina Villanueva y Fernando Sanchez,  Este concepto de liderazgo es interpretado de manera distinta a la tradicional: era ejercido en la dinámica organizacional que dicta el funcionamiento de los  equipos de trabajo orientando las acciones a alcanzar objetivos. Pero, como se dijo, el coaching propone otra visión. Ahora se trata de un grupo de personas con la ambición de hacer bien el trabajo para hacer el bien más allá de su organización, en cuyo proceso cada integrante logre la expresión  plena de sus talentos, y como fruto de ello generar un valor que impacte en la construcción de una sociedad más armónica.
El proceso de este estilo de Liderazgo está cruzado por la innovación. Es decir, no hay liderazgo profundo si no se construye en la relación con el otro o entre el equipo de una organización una experiencia transformadora del ser de las personas y, en consecuencia el de la  organización. La transformación en un proceso  que cambia la forma de ser del individuo y la capacidad de crear una nueva realidad.
El bienestar surge al sentirnos efectivos en el logro de nuestros propósitos individuales y colectivos y, en la íntima satisfacción que nos reportan nuestras acciones y su impacto en el entorno. Esta necesidad convertida en misión ejerce una fuerza para que las personas crean que es posible dar un sentido trascendente a sus talentos, acciones y propósitos, más que el poder de las habilidades individuales, las funciones o las tareas diarias. Esto es lo que asegura Cristina Sanchez Vega.
De esta manera, este proceso de liderazgo profundo transforma el potencial de bienestar de una comunidad, organización, equipo o una persona en una realidad. Dicha transformación sólo se logra cuando las personas están dispuestas a buscar un espacio para ser y estar desde la libertad y creatividad, co-creando un mundo de posibilidades. Es la necesidad de la especie humana de construir un hábitat de bienestar la que se plasma en una “visión de vida” y deseo de plenitud compartido por un equipo.