viernes, 22 de julio de 2011

Dominio personal, coaching y autoconocimiento

En la metodología del coaching, explica la licenciada Cristina Sanchez Vega “consideramos el dominio personal como una disciplina básica. Con su expansión crearás los resultados que más te importan. Abordarás la vida como una tarea creativa, como un artista aborda una obra de arte o un deportista de elite la preparación de un campeonato del mundo”. Lo hacen consagrándose a un auto entrenamiento incesante, a un aprendizaje continuo. Las personas con alto nivel de dominio personal expanden continuamente su aptitud para crear los resultados que buscan, su futuro deseado, sus objetivos prioritarios.
Lo extraordinario, aunque pocas personas lo tienen en cuenta, es que esta visión de vida sólo depende de ti.
Tú tienes el poder de reivindicar, cambiar o ampliar tu visión y, por tanto, tu futuro deseado.
Estás en una encrucijada. Puedes olvidar tu pasado y transformarte en quién quieres convertirte.
Si decides actuar creativamente, pensar, sentir como la persona que quieres ser, podrás llegar a ser esa persona.
El dominio personal es abordar la vida de manera creativa. En lenguaje coloquial la palabra dominio sugiere la dominación de personas o cosas. Concepto que no tiene nada que ver con el significado que le damos nosotros. Entendemos que dominio también tiene un sentido de nivel de habilidad, la de un maestro artesano, un artista, un deportista, que tiene un dominio especial sobre su actividad. Se manifiesta en el resultado de su trabajo sin que ejerza ninguna dominación sobre sus materiales, personas ni cosas.
El dominio propio es la disciplina básica del coaching creativo y, a la vez, expandir su nivel, es la finalidad del coaching contigo mismo o selfcoaching.
Conduce a una sensación de conectividad especial que produce una visión más amplia de la identidad y del futuro. Hemos comprobado que a medida que una persona adquiere un mayor nivel de dominio propio, entiende mejor los sistemas en que vive, y, a medida que comprende con mayor claridad las presiones operantes, desarrolla de manera natural más comprensión y empatía. Así como un artista llega a dominar un arte mediante un aprendizaje y práctica continua, tú también, expandirás permanentemente tu dominio propio si realizas por ejemplo un taller completo y adecuado.
Es un proceso de realimentación. Es una disciplina que se integra en la persona y puede durar toda la vida. Las personas con alto nivel de dominio personal son muy conscientes de su ignorancia, de sus errores, su incompetencia, y, también, de sus zonas de crecimiento, pues han pasado por un gran proceso de autoconocimiento. Aunque parece una contradicción, sienten una gran confianza en sí mismas.
Las personas con alto nivel de dominio propio, explican Cristina Villanueva y Fernando Sanchez,  tienen un sentido especial de la visión, la transforman progresivamente en vocación. Ven la realidad actual como un aliado y no como un enemigo. Aprenden a percibir las fuerzas del cambio y a trabajar con ellas en vez de resistirse.