miércoles, 20 de julio de 2011

La risa como herramienta de coaching y autoconocimiento

Cuando alguien puede reírse de sí mismo, es capaz de tomar distancia y salir de la escena donde estaba prisionero sin darse cuenta. Es ésta una buena oportunidad que da el coaching de seguir con el humor que desdramatiza situaciones y da un espacio nuevo al coachee, donde el relato de las experiencias – que hayan disuelto relaciones, a causa del comportamiento quejoso - tiene lugar.
Avanzando en esta línea de autoconocimiento, vendrán luego reflexiones más comprometidas y entonces el contexto puede teñirse por las emociones de tristeza que van apareciendo ante el recuerdo de ruptura o entorpecimiento de vínculos importantes motivados por la reiteración del discurso quejoso.
El proceso de coaching seguirá entonces su curso con mayor o menor éxito; dependiendo de la eficiencia que hayan logrado ambos - coach y coachee - en el armado del sistema que protagonizan.
Pero si la risa sobre la propia queja ha sido lograda; la puerta quedará abierta a nuevas revisiones y cuestionamientos que no concluyen en ese proceso. Explican Cristina Villanueva y Fernando Sanchez que  si se instaura como práctica, se trata de la adquisición de un firme recurso a futuro.
Uno de los lemas que Cristina Sanchez Vega adscribe para su taller es el siguiente: aprender a reírse de sí mismo puede ser el comienzo de un auténtico cambio en la visión de vida.